miércoles, 8 de julio de 2015

REFLEXIÓN SOBRE EL CONOCIMIENTO Y LA CIENCIA DE LA INFORMACIÓN

Imagen tomada de http://salonvirtual.upel.edu.ve/course/category.php?id=37
Los científicos calculan que la presencia de la humanidad en la tierra se remonta entre 4 y 2.5 millones de años aproximadamente. En cuanto a la ciencia, se tienen los primeros registros de observación y datos numéricos desde hace 3.500 años aproximadamente en la antigua Sumeria y Mesopotamia (lo que es hoy Irak) y se habla que el teorema de Pitágoras data del siglo XVIII A.C. Pero en los tres últimos siglos la ciencia ha experimentado una transformación asombrosa. Si bien es cierto que el conocimiento se ha acumulado desde la prehistoria, en los últimos 300 años el hombre ha logrado concentrar más conocimiento del que se haya imaginado.  Desde tiempos inmemorables, hemos buscado la forma de encontrarle relación lógica a los hechos que nos rodean, no en vano, se han desarrollado teorías que tratan de explicar el conocimiento (qué se conoce y cómo se conoce) tales como la epistemología, la filosofía, la psicología, la lógica, entre otras.  Grandes pensadores y  filósofos como Aristóteles, Sócrates, Platón, Descartes, Newton, Kant, Heidegger, Marx, entre muchos, han tratado de definir el conocimiento o el saber y los conceptos relacionados, las fuentes, los criterios, los tipos de conocimiento posible y hasta el grado con el que cada uno se aproxima a la verdad; ellos han desarrollado métodos y han presentado reflexiones acerca del hombre, el conocimiento y su relación con el entorno. 

LA CIENCIA DE LA INFORMACIÓN

Según Herner (1984), los orígenes de la Ciencia de la Información se remontan a 1945 cuando Vannevar Bush escribió su artículo “As We may think” donde advertía sobre las posibilidades y el rol que desempeñó la información en la II guerra mundial por la investigación que se desarrolló y los esfuerzos que se movilizaron para sostenerla y toda la información que se generó a partir de dicha investigación.

A mi modo de ver, todo en el mundo tiene que ver con la información. La teoría del conocimiento de Bertrand Russell (1959), afirma que los objetos percibidos por los sentidos poseen una realidad inherente al margen de la mente, pues en su texto Conocimiento Humano, afirma que hay dos tipos de conocimiento como son el conocimiento individual o privado que puede ser considerado el conocimiento subjetivo, y el conocimiento social o publico que  se puede considerar el conocimiento objetivo (o conocimiento científico como lo denomina en el documento).  Afirma Russell que obviamente el hombre inicia el recorrido del conocimiento a través de los sentidos (recogiendo información de su entorno inmediato), y posteriormente adquiere el conocimiento a través de un proceso de instrucción que el hombre recibe en el transcurrir de su vida.  Es pues evidente, que para Russell, el primer conocimiento es totalmente subjetivo a través de las percepciones sensoriales (información que recibe) y la interrelación de los sentidos del ser humano con su entorno (que la convierte en conocimiento), intentando con ello explicar que el conocimiento objetivo es construido a partir de las propias experiencias.

El conocimiento ha alcanzado límites inimaginables y el hombre en su afán por la búsqueda de un mundo mejor hace uso de todas sus capacidades.  Sin duda, el mundo ha experimentado un cambio trascendental en los últimos siglos donde el conocimiento y la información han jugado un papel importante, pues implica un proceso intelectual, que se refiere a relaciones causales dentro del mundo material, esto ha generado conocimientos excepcionales en donde la ciencia, al menos en teoría, está relacionada con el sentido práctico de sus resultados (información) y se refiere al desarrollo del saber donde la ciencia práctica y el conocimiento están inextricablemente relacionadas entre sí.

No obstante, el conocimiento es un bien intangible, natural e innato del hombre que no necesita explicaciones y que a pesar de no poder tocarse o verse, es real y siempre ha estado omnipresente, aun cuando por la fragilidad humana, siempre exista la amenaza latente que el hombre desaparezca y con él, todo el conocimiento que le acompaña.

En la búsqueda de la colectivización del conocimiento, se ha sacrificado la experiencia personal por un conocimiento que sea general, abstracto y aceptado por la mayoría de nosotros.  Este mundo dejo de ser individual para convertirse en colectivo (cosa de la cual dudo en ocasiones), de allí se desprenden términos tan conocidos como aldea global, globalización, red social, entre otros.  Las percepciones del mundo difieren de un individuo a otro, pero el conocimiento objetivo lo que busca es que percibamos, sino lo mismo, al menos algo común a todos.

En mi concepto, la Ciencia de la Información es como la Medicina (guardadas las proporciones) que es un campo muy amplio y cada profesional de esa ciencia se especializa en el campo que más le llame la atención. Considero que la discusión no tiene que ver con si la Bibliotecología, la Archivística, la Documentación, la Museología, la Diplomática, la Informática, o cualquier otra disciplina o ciencia haga parte o no de la Ciencia de la Información, creo que es más importante que cada profesional defina en que campo de esta Ciencia se va a concentrar para realizar su aporte al crecimiento y fortalecimiento de la misma.

Finalmente, la capacidad de análisis desarrollada por el hombre hace posible el uso de la crítica conciente de una manera constructiva que permita aumentar el conocimiento en beneficio de la humanidad.  Sin embargo, el conocimiento puede considerarse aun como un proceso creativo y destructivo a la vez porque aun persiste la intolerancia frente a la crítica, a los pensamientos de los otros y no todos vemos la realidad bajo el mismo cristal.

Al final de cuentas, parafraseando al gran filosofo griego Sócrates, es indudable que entre mas se conoce, menos se conoce.  “Yo solo sé, que nada sé”

REFERENCIAS

Russell, B. (1959).  El Conocimiento Humano: Su alcance y sus limitaciones. Capitulo I Conocimiento Social y Conocimiento Individual. Madrid: Taurus, 2 v.; pp. 17-22


Herner, S. (1984). Brief story of information of science. Journal of the American society of information science. 35 (3), p. 157-163. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario